Hay emociones que no se van del todo.
Podemos pensar que las hemos “superado”, pero siguen ahí… en forma de tensión, cansancio o una sensación que no sabemos explicar.
El cuerpo recuerda todo.
Cada emoción no expresada, cada palabra que callamos, cada miedo que evitamos mirar… deja una huella energética.
Y con el tiempo, esa huella puede transformarse en bloqueos, dolores físicos o incomodidades emocionales que nos desconectan de nosotras mismas.
Por suerte, el cuerpo también tiene la sabiduría para liberar lo que ya no necesita. Solo hay que darle el espacio y la energía adecuada.
¿Qué son las emociones atrapadas?
Las emociones atrapadas son energías estancadas que quedaron “guardadas” en algún punto del cuerpo o del campo energético.
Suelen generarse en momentos de estrés, miedo o dolor emocional que no pudimos procesar del todo.
No son algo malo — simplemente son energía pendiente de liberarse.
El problema aparece cuando esas emociones se acumulan: el cuerpo empieza a hablar en forma de molestias, contracturas, cansancio, o incluso sensaciones de tristeza sin motivo.
Cómo liberarlas con técnicas energéticas
Cada persona tiene su camino, pero existen herramientas suaves y efectivas para ayudar al cuerpo y al alma a soltar.
En Alma Viva, trabajo con varias de ellas, y todas parten del mismo principio: devolver al cuerpo su flujo natural de energía.
Reiki
El Reiki actúa de forma profunda sobre los centros energéticos, ayudando a equilibrar emociones sin necesidad de revivir el dolor.
Muchas personas sienten alivio, paz y una sensación de “ligereza” tras una sesión, como si algo se hubiera liberado sin esfuerzo.
Par biomagnético
Los imanes ayudan a restablecer el equilibrio energético y físico, armonizando el pH en el cuerpo.
A menudo, al equilibrar zonas con carga emocional, la persona siente un cambio inmediato en su estado de ánimo.
Masaje desbloqueante (TNDR)
El cuerpo guarda lo que la mente no ha podido soltar.
A través del tacto consciente y la liberación muscular, se activan procesos emocionales profundos: lágrimas, alivio, risas, respiración… todo lo que estaba contenido encuentra salida.
Cada técnica trabaja desde un plano diferente, pero todas convergen en un mismo punto: permitir que la energía vuelva a fluir y el alma respire.
Señales de que estás liberando emociones
- Sensación de alivio o ligereza corporal.
- Ganas de llorar o reír sin motivo aparente.
- Sueño profundo o descanso reparador.
- Más claridad emocional y mental.
- Deseo de cambiar hábitos o soltar situaciones viejas.
El proceso de liberación es natural. Solo hay que escucharse con respeto, sin prisa, confiando en que el cuerpo sabe lo que necesita.
Si sientes que algo dentro de ti pide ser liberado
Puedes venir a vivir una sesión energética en Alma Viva (reiki, masaje TNDR o par biomagnético).
Cada sesión es diferente, pero todas buscan lo mismo: que tu energía vuelva a su equilibrio natural, y tú a tu paz.
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Con cariño,
Sara · Alma Viva







