Muchas personas llegan a una sesión de par biomagnético con una pregunta muy sencilla:
“No sé muy bien qué es esto… pero siento que algo en mi cuerpo no termina de estar bien.”
Y, curiosamente, esa sensación suele ser una de las primeras señales de que esta terapia puede ayudarte.
El cuerpo habla constantemente, aunque no siempre sepamos escucharlo.
Señales comunes que veo en consulta
Desde mi experiencia, estas son algunas de las situaciones más habituales en personas que se benefician del par biomagnético:
- Cansancio persistente, incluso descansando.
- Dolores que aparecen y desaparecen sin causa clara.
- Sensación de “no acabar de estar bien del todo”.
- Molestias digestivas recurrentes.
- Sistema inmune bajo o procesos que se repiten.
- Sensación de bloqueo, estancamiento o pesadez corporal.
El par biomagnético no tapa síntomas, sino que busca restablecer el equilibrio interno para que el cuerpo vuelva a autorregularse.
¿Qué hace el par biomagnético?
Trabaja con imanes colocados en puntos concretos del cuerpo para ayudar a equilibrar el pH y la energía.
Muchas personas sienten alivio, ligereza o una relajación profunda incluso durante la sesión.
Cada cuerpo responde a su ritmo, pero cuando esta terapia es adecuada, el cambio se nota.
¿Cómo saber si es el momento?
Si llevas tiempo escuchando a tu cuerpo y sientes que necesita algo más profundo, suave y respetuoso, probablemente ya tengas tu respuesta.
Si sientes curiosidad o resonancia, puedes escribirme y valoramos juntas si el par biomagnético es adecuado para ti.
Con cariño,
Sara – Alma Viva







